sábado, junio 19

DesControl

Últimamente me he sentido pésimo. Permanezco casi todos los días del mes, a una mesa ( poco alumbrada) y a una silla (cómoda, en eso no me puedo quejar) del comedor de mi hogar.

Intento repasar las lecciones aprendidas, pero lo único que logro conseguir es turbar mi mente.

Pienso y analizo cada día más las cosas, de manera involuntaria.
Estas dos acciones solo me llevan a martirios antes de ir a dormir.

El problema en el que me encuentro es por darme cuenta de la superficialidad en el mundo en el que vivo. Mi espíritu rebelde pretende imponerse en este camino, pero los deberes que tengo con mi familia me lo prohiben.

Intento llevar todo este asunto de manera sutil pero hay días en los que me siento fuera de control.

A veces creo que hubiera sido mejor saber nada, a que saber la realidad en la que vivo.
Y ser sumisa y de pensamiento pacífico, a que querer intentar transformar mi alrededor y mandar al diablo todo y a todos...

No sé que hacer, me encuentro al borde de la confusión.