martes, febrero 28

Otoño en mí.


Súbito e irresistible deseo de morder labios
jugosos coralinos húmedos - de hincar
pausadamente (pero fuertemente - pero
implacablemente) los dientes en boca
entreabierta. Sentir ahogarse en la propia
garganta el grito de sorpresa - de dolor- de
goce de quien comparte tal acción propiciatoria
y desconsagrante.

Rito alucinado - pero instante más vívido
que cualquier imagen deshojada del olvido.


Emilio Adolfo Westphalen (1969)

lunes, febrero 6

A brief reminder

Si no escribo, no es porque esté muerta.. es porque estoy viviendo...