martes, noviembre 26

De vuelta



Estas ultimas fechas he andado intoxicando más a mi cuerpo. 

De todo un poco: 
altas dosis de energía no liberada, 
trampas al tiempo,
ambiciones de amor, 
espontaneidad irracional, 
un tanto más de la prostituida mentalidad espiritual y 
una pizca de disfraz de esperanza. 

Tú sabes, vicios de la gran ciudad, 
encontrados por una chica que busca vida 
en paisajes cuadrados, 
poesía en libros machacados.
Una chica en busca de nubes, 
de luna 
del mismísimo sol 
(aquel que solías dibujar)
en el cielo
sin cesar
y no encuentra nada. 
Y la nada es gris 
y gris es el humo que entra en sus pulmones
para luego ser curado por medicina,
medicina hecha pastillas
pastillas para dormir, 
pastillas para despertar, 
pastillas para estar "como siempre".

En una tierra en donde los seres son amorfos 
y nada se mueve por su propia esencia, 
nada está libre porque nada está vivo. 
En un mundo del maestro titiritero, 
donde la gente teme de su reflejo, 
donde los ojos se pierden por culpa de espejos, 
donde todo es artificial.




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