una noche, una canción y un café.
es simple pero solo un comienzo.
y si no fuera así, solo sería un recuerdo
no quiero vivir mas de memorias
que se las llevará el viento a través del tiempo.
Controlar la mente no es un juego sino un desafío
muchas tormentas encontraré en el viaje
muchos lugares baldíos
procuraré no ahogar mi alma con arena
sino ahogar las penas con agua de mar
su sal cicatriza heridas que muchos
no pueden notar.
Lo presiento
Lo puedo oler
La brisa húmeda, fría
las hojas del color de las lámparas
de una calle olvidada, muy antigua.
Zaz! una ola revienta
y el humo serpenteando deriva del calor al frío
una combinación, algo más.
Y mi mente se va alejando,
camina hacia otro rumbo
mi corazón está divido entre dos mundos
pero la tentación del desierto quedó atrás.
Adiós costa mañanera gris rojiza
me despido, vuelva quizás
algún día cuando sea fuerte
enferma y fuerte para poder respirar el aire de la ciudad
y soportar la soledad.
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